YOGA RESTAURATIVO
El Yoga Restaurativo es un tipo de yoga terapéutico cuya finalidad es el descanso del sistema nervioso. Se realiza mediante asanas (posturas) suaves y pasivas, apacibles y relajadas, diseñadas para que las cadenas musculares de nuestro cuerpo se aflojen, y se despierten los mecanismos propios de la relajación.
Una de las características principales del yoga restaurativo es que las posturas se mantienen durante un tiempo prolongado, atendiendo la respiración libre y natural, con la idea de facilitar ‘soltar’ la musculatura y la mente agitada.
En estas sesiones de yoga, el cuerpo y el sistema nervioso descansan profundamente, disminuyendo los niveles de inquietud y estrés. A nivel físico, la práctica se enfoca principalmente en la columna vertebral con movimientos en varias direcciones como torsiones, flexiones y extensiones suaves, abriendo y estirando zonas del cuerpo, en general, muy castigadas por los malos hábitos posturales. A nivel mental, se convierte en una práctica de atención eficiente al presente, es decir, una práctica meditativa a través del cuerpo y la respiración.
En este tipo de yoga prevalecen las posturas de suelo (tumbado y sentado), menos frecuentes las posturas invertidas, siempre asistidas para facilitar su prolongación, y recibir sin esfuerzo los mágicos beneficios de estar en contra de la gravedad.
Otra de las cualidades de este tipo de yoga es el innovador uso de soportes o elementos que convierten el yoga restaurativo en un verdadero oasis de relajación. Los apoyos a utilizar son bloques de yoga, mantas, cinturones, cojines y un apoyo especial llamado ‘bolster’, una especie de cojín alargado de consistencia firme, en varios tamaños para sujetar con seguridad o descansar en él, según sea el caso. La idea del soporte consiste en retirar el esfuerzo de las posturas, y al mismo tiempo abandonarnos literalmente sobre él.
Indicado para todas las personas sin excepción. La práctica comprende, 50 minutos de asanas y 10 minutos de relajación, meditación y aromaterapia.